Saludo a los cibernautas por esta fecha tan especial en la que recordamos el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios. Esta fecha es muy importante por muchas razones, en las que quiero destacar algunas de ellas.
1) Humildad
Jesús, como hijo de Dios, pudo haber nacido en cuna de oro por lo menos. Pero parece ser que tenía otros planes. Así es, Jesucristo quiso enseñarnos un valor muy importante: El valor de la humildad. Por eso nació en un establo, un lugar típico para animales, pero no para el hijo de Dios.
Jesús, como hijo de Dios, pudo haber nacido en cuna de oro por lo menos. Pero parece ser que tenía otros planes. Así es, Jesucristo quiso enseñarnos un valor muy importante: El valor de la humildad. Por eso nació en un establo, un lugar típico para animales, pero no para el hijo de Dios.
Así pues, Jesús nos enseñó con su ejemplo desde su nacimiento a ser humildes. Por eso que, cuando uno es más humilde, más grande es. Y qué duda cabe que Jesús fue y es el personaje más grande que haya pisado la tierra, no sólo por ser el hijo de Dios, sino por su espíritu humilde, fraterno y misericordioso.
2) Fraternidad
La navidad es una magnífica oportunidad para practicar una de las más hermosas y nobles enseñanzas de Jesucristo: La fraternidad, que es entendida, al menos por mí, como el acto de compartir las cosas que tenemos. No importa si estas cosas son pequeñas o sencillas, porque las cosas no valen por lo que son sino por lo que significan, y compartir es un acto de amor que Dios y su hijo nos legaron. Recordemos la última cena como ejemplo de ello.
Y qué mejor que compartir con la persona extraña, la que probablemente nunca más veremos, pero que con sólo un detalle podemos hacer que nunca nos olvide...
Se dice que la navidad es para los niños. Pues bien, esta navidad podemos festejarla compartiendo lo que tenemos con algún niño anónimo, símbolo de la navidad, de inocencia y de amor.
3) Reflexión
En esta fecha especial, tiempo de reflexión, unión y paz, debemos ser capaces de perdonar a los que nos ofenden, como reza el Padre Nuestro, dando muestra clara de que estamos en el camino del perdón, el mismo que nos enseñó Jesús cuando habló a su padre en pleno sacrificio: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
Navidad es tiempo de reconciliación, tiempo de limar las asperezas e ir más allá, para alegrar el alma y el corazón. Navidad es tiempo para sentir que realmente estamos vivos y que podemos vivir en armonía con los demás. Por eso, es muy importante saber perdonar, para no tener ningún sentimiento negativo en el corazón que nos haga retroceder como seres humanos y cristianos.
A todos les deseo una FELIZ NAVIDAD.
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